En muchas ocasiones, nos gustaría poder estar haciendo una tarea y no tener la mente en otra parte. Y si esa otra parte es agradable aún estamos de suerte, pero si rumiamos pensamientos desagradables deberíamos tener recursos para controlarlos.
Muchas de nuestras actividades se vuelven automáticas y no somos conscientes de que las hacemos y además no las disfrutamos. ¿No te ha pasado alguna vez, que te has metido a la ducha y lo has hecho tan rápido y automático, que no la has disfrutado?. A mí sí!!, y lo peor es que ha sido muchas veces. Me han llegado a contar que iban conduciendo por un trayecto tan habitual que a lo que se han dado cuenta les faltaba poco para llegar. Algunos días estamos tan cansados que no disfrutamos; de la crianza de nuestros hijos, de una lectura con ellos o de una nuestra. Y es que mentalmente vamos agotados.
Estas peligrosas situaciones podemos hacerlas a diario, por el resto de nuestra vida. Por suerte, nuestro cuerpo o la vida nos da avisos por si queremos cambiar nuestro paso en el día a día.
Mantener la atención es muy difícil, solemos irnos al pasado o al futuro, lo que en ocasiones, estas visitas nos obligan a emitir juicios que se manifiestan en síntomas depresivos o ansiosos según la visita.
Parece una gran ventaja estar realizando una actividad y estar pensando en otra. Sin embargo, conlleva un coste emocional que a largo plazo acabamos pagando. Llega un momento, que no podemos elegir cuándo prestar atención, cuando dejar de pensar en el antes o en el después.
El aprendizaje de estos hábitos se produce a lo largo de la vida, quizás sin darnos cuenta que ya seamos el ejemplo de esta forma de vida para futuras generaciones. Además de ser ejemplo en como vivir la vida, también somos responsables de como ayudarles a mejorar sus aprendizajes, ya que la atención es un aspecto fundamental para que se produzca.
El Mindfulness nos permite volver a disfrutar de todo lo que nos estamos perdiendo. Es una manera de prestar atención de forma intencionada a lo que está ocurriendo justo en este instante. Le llaman la»atención plena».
En mi situación personal; las meditaciones, la extrema calma y demás … no encajan muy bien, pero si que es verdad que con la práctica me ha gustado este tipo de experiencias. Reconozco que mi mindfulness lo considero más ameno que meditativo quizás porque lo practico para una edad más divertida. Lo cierto es que siempre me he esforzado por dar el mayor refuerzo positivo a mi hija: LA ATENCIÓN. Con ello les enseñamos a que ellos nos presten atención. Actualmente, tenemos muchos distractores; entre dispositivos, exceso de trabajo y estrés se nos pasa el día. Además los resultados no son tan rápidos como nos gustarían ya que debemos ser muy constantes y pacientes para que las prácticas funcionen.
¿Cuántos padres creemos que nuestros hijos están sordos? No atienden a nuestras órdenes o sugerencias. La situación familiar transcurre con reniegos y algunos malos momentos, pero como suelen decir; «En la crianza es mejor lo bueno que lo malo….» Nosotros podemos cerrar la puerta de casa y ahí estamos , pero cuando la falta de atención es hacia profesores o tareas escolares…. Y si no atienden, ¿no habrá aprendizaje? Sin duda ocurre lo siguiente:
- Es más eficiente él que no se distrae.
- Se tiene mejor comprensión de lo que se atiende.
- Al atender se mejora la memoria de trabajo.
- Y se mejora la fluidez verbal.
Volviendo a mi experiencia personal , los beneficios de prestar atención se notan al instante y es que no solo es una mejora académica y familiar si no también personal. «Un niño atendido, es un niño que se siente querido».
Para los adultos nunca es tarde y para los niños se puede hacer muy divertido porque el practicar mindfulness trae beneficios interesantes.
Te propongo una práctica para esta semana:
Escribe una lista de objetos. La cantidad de objetos, el tiempo y número de veces de la exposición depende de la edad de los observadores. Tapamos la lista y nuestro objetivo es intentar recordar cada uno de ellos. Al finalizar tenemos doble premio: mejoraremos nuestra atención y prestaremos atención a nuestros contrincantes.
En los comentarios puedes contarnos tu experiencia. Si te ha parecido interesante y quieres continuar con la siguiente práctica, escribenos un mensaje y te la mandamos.
Un saludo y a disfrutar del presente.