La atención es uno de los pilares fundamentales del aprendizaje. Como aparece en el post los pilares del aprendizaje, la atención es uno de ellos.
La atención es el proceso por el que notamos los estímulos importantes e ignoramos los estímulos irrelevantes. Gracias a ella, nuestra mente no está perdida en los infinitos estímulos que existen. No siempre se atiende de igual manera. Con la práctica, la atención se convierte en automática. Los factores que determinan la atención son la motivación y la emoción. La dopamina es la encargada de señalar a que debemos prestar atención.
La atención va pasando por niveles a lo largo de nuestra vida. Su evolución y control es automático gracias a la práctica. Debemos practicar ejercicios de atención, fomentar y conocer nuestras motivaciones, desarrollar nuestra inteligencia emocional. El trabajo de estas habilidades repercute en un funcionamiento intelectual mucho más efectivo, lo que conlleva mejoras conductuales en la vida.
Los principales problemas de atención son: la facilidad de distracción, la falta de atención en los detalles, la dificultad para seguir instrucciones, los errores por descuido, y el evitar tareas que requieren mantener atención (atención sostenida).
No todos los problemas de atención son TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) podemos estar ante problemas de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), estrés o trauma, trastornos del aprendizaje (dislexia, problemas auditivos, etc), problemas de motivación, etc. Ante la duda, permite que los profesionales podamos determinar cuanto antes el caso y programar una solución adecuada.
Recuerda, antes de tener que intervenir lo mejor es prevenir.
