El arte de la pesca no es uno de mis favoritos, vamos que no me gusta para nada y lo digo abiertamente ya que todos no valemos para todo, pero si me obligarán a hacerlo pues acabaría odiándolo más aún.
Reconozco que este arte me ha ayudado a encontrar una similitud con el arte de estudiar, así que no será tan irrelevante para mí. Y es que en el arte de estudiar se nos exige a estudiar (pescar), disfrutar («valgamos o no» todos igual) y lo que es peor, saber estudiar sin haber sido enseñados hacerlo.
Un día me llevaron de pesca.
No me explicaron en que consistía, pero pretendían que estuviera callada y paciente.
Faltaba poco para acabar la jornada y como no había pescado nada, me llevé una gran desilusión.
Acabaron cogiendo mi caña, pescando por mi y enfadándose conmigo por no haber estado callada y tranquila.
Igual si me hubieran explicado antes en que consistía, las técnicas más eficaces para pescar, y la emoción que se consigue al obtener la recompensa, si me hubieran explicado los beneficios relajantes y sobretodo, si me hubieran dejado hacerlo a mí y en caso de no poder, seguir intentándolo otro día.
A lo mejor y solo a lo mejor hubiera entendido e incluso disfrutado de la pesca y si no, pues habría decidido ser buena en otra actividad.
Sin embargo, aquel momento me sirvió para crear un concepto totalmente erróneo de una actividad placentera para millones de personas y en muchos casos, necesaria por sus beneficios.
Para entender que es lo que sienten nuestros hijos, solo tenemos que cambiar la palabra pesca de los párrafos anteriores por la de estudiar. Y aquí tenemos nuestra explicación.
Muchos de nosotros pensamos en que hay materias no muy significativas en la vida real que se imparten en la escuela y que «determinan negativamente la inteligencia de nuestros hijos».
En mi opinión, como buena optimista, no me centro en las irrelevantes si no, en las necesarias.
¿Cuando vamos a introducir una asignatura dedicada a SABER ESTUDIAR?.
Es lo más importante que deberíamos aprender durante nuestra etapa escolar para tener un futuro académico eficaz.
Algunos no dejamos nunca de estudiar, ya que la formación permanente es necesaria en la mayoría de las profesiones. Sin embargo, carecemos de herramientas suficientes para afrontar el estudio eficaz. Otros abandonan los estudios y puede ser por falta de herramientas que les facilite el proceso.
Pequeños o grandes necesitamos ser eficaces para afrontar nuestras obligaciones o placeres. Si tienes que estudiar, ¿tienes las herramientas para hacerlo y disfrutar con ello? Pues cuéntame como las has aprendido.
En aprendemosuni2 os compartimos un libro que hemos leído recientemente. Lo hemos adjuntado en nuestra página de comparte en la imagen de los libros AQUÍ. Es un libro muy interesante para todos aquellas personas que participamos activamente de la educación de nuestros hijos. Esperamos que lo disfrutéis y os sirva en vuestra práctica.