La vida es aprendizaje constante. Estudiamos en el cole, estudiamos para tener un buen trabajo, estudiamos para mejorar ese trabajo.
Pero, ¿cuándo estudiamos para aprender a vivir?.
La verdad que es complicado con el ritmo que llevamos pensar en éste aprendizaje. Simplemente se produce durante la vida sin que paremos a pensar mucho en él. Nadie nos enseña a aprender a vivir, no hay una escuela para ello y nadie valora la importancia de vivir.
Vivir no es ….ir por la vida atropelladamente porque somos personas ocupadas e interesantes con un un trabajo que nos espera, estresados y colocando «tareas insignificantes» a otros porque no llegamos.
Vivir es disfrutar de esas tareas insignificantes. Elegir un trabajo en el que tengamos prisa por llegar para disfrutarlo. Elegir si ser padres, y si lo somos es volver a disfrutar de cada edad como si fuera la propia.
Vivir es estar loco por cada minuto de tu vida, sin pararte en el tiempo pasado ni desear que llegue el futuro.
Y esto… ¿dónde lo enseñan?
Esto a veces ni se aprende. Es más facil ser un pollo sin cabeza que tomar grandes decisiones que impliquen complicarnos el presente.
Aprender a vivir debería de ser un aprendizaje infantil, que enseñará a disfrutar del presente, a ser conscientes, a vivir despacio, a ser feliz.
No esperemos a tener que decidir si cambiamos el presente.
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