¿Te has quedado alguna vez en blanco?.

Todos hemos sentido está situación en alguna momento de nuestra vida, quizás es más común en momentos académicos, cuando la persona no tiene suficientes recursos para afrontarlo debido a la falta de madurez que otorgan los años vividos. Pero lo cierto, es que se puede producir a cualquier edad y las principales causas son las siguientes:

  • Estrés durante un largo período.
  • Baja autoestima por la que no sé considera capaz de resolver problemas.
  • Exigencia muy elevada sobre uno mismo.
  • Trauma de alguna situación pasada no superada.
  • Culpabilidad en algún hecho pasado no superado.

Todas estas situaciones pueden provocar un bloqueo mental, que se produce automáticamente como mecanismo de defensa ante ideas que no nos gustan. El resultado es que la persona se siente incapaz de organizar los pensamientos adecuadamente y por tanto, de solucionar la situación que tiene delante. Las emociones son miedo, tristeza, enfado e incluso culpa y da lugar a un bloqueo emocional.

Como podemos detetar este bloqueo:

  • Por la presencia de pensamientos negativos e intrusivos (ideas espontáneas, no deseadas).
  • Cuando alguien se juzga negativamente de manera constante.
  • Cuando se intenta evitar y escapar de las situaciones.
  • Cuando se procrastina (aplazar tareas) constantemente.
  • Cuando hay vulnerabilidad ante las situaciones diarias.

En todas estas situaciones es importante tratar con un especialista para que nos oriente en la solución.